Asalam alaikum wa rahmatu Allah wa barakatu! Glorificado y Alabado seas Oh Allah. Atestiguo que no hay otra divinidad salvo Tú, sin asociados, Único, y atestiguo que Muhammad es su siervo y mensajero; el sello de los Profetas. Oh, Allah cuéntame entre los arrepentidos y los purificados, te pido perdón por mis actos.
miércoles, 29 de abril de 2009
El esposo musulmán ideal
En nombre de Alah el Clemente el Missericordioso
Una de las formas en la cual el Islam ha honrado a la mujer es concediéndole el derecho a elegir a su marido. Sus padres no tienen derecho a forzarla a casarse con alguien que no le agrade.
Existen muchos textos que apoyan a la mujer en este tema sensible, por ejemplo el relato citado por el Imâm Al Bujâri de Al-Jansâ' Bint Jidâm:
"Mi padre me casó con un primo que no me gustaba, por eso me quejé ante el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) . Él me aconsejó en un principio: `Acepta lo que tu padre te aconseja'. Dije: `Yo no deseo aceptar lo que mi padre ha dispuesto'. Me dijo: `Entonces ese matrimonio es nulo. Tienes el derecho a casarte con quien desees'. Le dije: `Ahora acepto lo que mi padre dispuso, pero quería que las mujeres conozcan que los padres no tienen derecho en las decisiones de sus hijas (es decir, que no tienen derecho a forzarlas a casarse con quien no desean)". Ver Fath Al Bâri', 9/194
En primer lugar, el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le aconsejó a Al-Jansâ' que obedeciera a su padre, porque la preocupación de los padres por el bienestar de sus hijas es algo innegable. Pero cuando el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) se dio cuenta de que su padre la había forzado a un matrimonio que ella no deseaba, le dio la libertad para elegir, salvándola de la opresión de un padre que quería forzarla a un matrimonio no deseado.
El Islam no oprime a la mujer, forzándola a casarse con un hombre que le desagrada, porque quiere un matrimonio exitoso, basado en la compatibilidad entre los cónyuges. Debe existir una similitud entre ellos, en términos de físico, actitudes, hábitos, inclinaciones y aspiraciones. Si algo va mal, y la mujer siente que no puede amar a su marido sinceramente, entonces puede pedir el divorcio.
Esto fue confirmado en un relato, cuando la esposa de Zâbit Ibn Qais Ibn Shammâs, Yamîlah, hermana de `Abudllah Ibn Ubai, se presentó ante el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) y le dijo: "¡Mensajero de Allah! No tengo nada contra Zâbit Ibn Qais con respecto a su religión o comportamiento, pero odio cometer un acto de incredulidad siendo una musulmana (en otra narración dice: Yo no culpo a Zâbit de nada, con respecto a su religión o su comportamiento, pero no lo quiero)". El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le preguntó: "¿Le devolverás su jardín?" - su dote había sido un jardín. Ella contestó: "Sí." Entonces el Mensajero de Allah (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le envió un mensaje a él: "Toma de vuelta tu jardín, y concédele a ella una declaración de divorcio." Fath Al Bâri', 3/395
El Islam ha protegido la dignidad de la mujer, y ha respetado sus deseos con respecto a la elección de un marido, con quien pasará el resto de su vida. No es aceptable para nadie, (no importa quién sea el pretendiente), forzar a una mujer a un casamiento con un hombre a quien no quiere.
No hay una indicación más precisa de esta situación que la historia de Barîrah, una joven esclava etíope que fue casada con otro esclavo cuyo nombre era Mugíz, a pesar de que ella jamás lo hubiera elegido como marido si hubiera estado en control de sus propios asuntos. `Â'ishah se apiadó de ella, la compró y la liberó. Cuando la joven se sintió libre, en control de sus propios asuntos, y pudo tomar una decisión sobre su matrimonio solicitó el divorcio. Su marido, solía seguirla llorando, mientras ella lo rechazaba. Al-Bujâri cita a Ibn `Abbâs para describir a esta mujer liberta, quien insistía en la anulación de su matrimonio con alguien a quien no amaba.
Ibn `Abbâs dijo: "El esposo de Barîrah era un esclavo conocido como Mugîz. Casi puedo verlo, corriendo tras ella y llorando con lágrimas sobre su barba. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a mi padre: `¡`Abbâs! No te sorprendes de cuánto ama Mugîz a Barîrah, y de cuánto desprecia Barîrah a Mugîz'. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a Barîrah: `¿Por qué no regresas con él?' Ella dijo: `¡Mensajero de Allah! ¿Acaso estás ordenándome hacer eso?'. Él le dijo: `No. Sólo estoy tratando de mediar en su favor'. Ella dijo: `No tengo interés en él’” Fath Al Bâri', 9/408
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) estaba sumamente conmovido por esta demostración de amor por parte del marido y un igualmente enérgico desprecio por parte de la esposa. Él no pudo ayudar, pero intentó mediar preguntándole por qué no regresaba con su esposo y padre de su niño. Esta mujer creyente le preguntó si le estaba ordenando hacerlo, pero el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le contestó que solamente estaba tratando de interceder para promover una reconciliación. Él no estaba tratando de forzar a nadie a hacer algo que no deseara.
La musulmana que comprende las enseñanzas de su religión tiene criterios prudentes y correctos cuando elige a su marido. No sólo se preocupa por la apariencia y la posición social, etc, sino que examina su nivel de compromiso religioso, su actitud y comportamiento, porque éstos son los pilares de un matrimonio exitoso. La enseñanza islámica señala la importancia de estas cualidades en un potencial esposo, dijo el Profeta(que la paz y las bendiciones de Allah sean con él):
"Si se os presenta alguien con cuya religión y actitud estáis satisfechos, entonces concretad el matrimonio…" Hadîz hasan narrado por At-Tirmidhi, 2/274
La musulmana guiada por su religión no se siente atraída por superfluos estereotipos. Por el contrario, se siente atraída por un hombre serio, educado y creyente; aquel de vida honesta y corazón puro, cuyo comportamiento es bueno y cuya comprensión de la religión es íntegra.
Esto no significa que la musulmana deba ignorar completamente el tema de la apariencia física, y soportar a alguien sin atractivo y desagradable a sus ojos. Es su derecho - como se expresó anteriormente- casarse con un hombre que su corazón ame, y que la complazca tanto en su apariencia como en su conducta. La apariencia no debe ser desatendida a expensas de la naturaleza interior, ni viceversa. La mujer debe escoger a un hombre atractivo para ella, en todos los aspectos, alguien que gane su admiración y respeto. La verdadera musulmana no se deja deslumbrar por las apariencias exteriores, y nunca deja que estas apariencias, la distraigan de percibir la esencia de un potencial esposo.
Fuente: http://www.islamhouse.com/p/57403
La esposa musulmana ideal
En nombre de Alah el Clemente el Misericordioso
Basándose en las enseñanzas islámicas sobre el matrimonio y la mujer, el musulmán no se ve atraído por una mujer superficial, sino que por el contrario prefiere una musulmana con una personalidad islámica definida, independiente y que practica el Islam por decisión propia; por eso el musulmán toma su tiempo para escoger a su compañera para toda la vida, buscando la que tenga características islámicas correctas que contribuirán a una vida conyugal estable y feliz. Por consiguiente el musulmán no está interesado únicamente en la belleza física, lo que es en realidad la preocupación de los jóvenes superficiales. Aunque no ignora el aspecto físico, también busca la religiosidad, inteligencia, intelectualidad y buen comportamiento, siguiendo el consejo del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cuando dijo:
"Se buscan cuatro características en una mujer con objetivos de matrimonio: Riqueza, linaje, belleza física o religión. Escoge por religiosidad, pues es más probable que sea un matrimonio estable". Transmitido por Al-Bujâri y Muslim
Aunque el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) aconsejó al joven musulmán buscar una esposa religiosa, esto no significa que debe ignorar su belleza física, ya que el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) indicó la necesidad de conocer personalmente a la mujer antes de contraer matrimonio, para que el musulmán no se encuentre casado sorpresivamente con una mujer que encontrará poco atractiva.
Al-Mugîrah Ibn Shu‘bah dijo: Cuando me comprometí con una mujer en la época del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), él me preguntó: "¿La has visto?" Yo le contesté: No. Entonces me dijo: "Ve y conócela, pues es más probable que encontréis amor y afinidad entre ambos". Transmitido por An-Nasâ'i con un Isnâd Sahîh
Un hombre que se había comprometido con una mujer de los Ansâr fue a ver al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), quién le preguntó: "¿La has visto?" Y él respondió: No. Entonces el Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le ordenó que vaya a conocerla. Transmitido por An Nasâ'i e Ibn Mâyah con un Isnâd Sahîh
El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) enfatizó esto en más de un Hadîz, de hecho la belleza es una de las características que un hombre busca en una mujer, además de la moral y la religiosidad. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) le dijo a Ibn ‘Abbâs: "¿Quieres que te informe sobre lo más valioso que un hombre puede tener? Una esposa virtuosa. Que cuando la mira se deleita, cuando le solicita algo ella lo realiza y cuando está ausente ella le es fiel". Transmitido por Al-Hâkim, que dijo: Es Sahîh según los requisitos y las condiciones de Al-Bujâri y Muslim
Abû Hurairah (que ALlah esté complacido con él) dijo: El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) fue preguntado: ¿Cuál es la mejor mujer? Respondió: "Aquella que cuando su esposo la mira se deleita, cuando le solicita algo ella lo realiza, y no hace algo que él deteste". Transmitido por el Imâm Ahmad en Al-Musnad con un Isnâd Sahîh
Éstas son las características dadas por el Profeta(que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) con respecto a la mujer con la cual se puede alcanzar felicidad, tranquilidad y estabilidad, y con la cual constituir un hogar agradable y seguro para criar hijos piadosos, sanos e inteligentes. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) insistió en que el matrimonio sea edificado sobre sólidas bases, con un equilibrio en lo físico, mental, espiritual y emocional, evitando conflictos y diferencias.
Por consiguiente el musulmán correcto que se basa en el Corán y la Sunnah en todos sus asuntos, no cae en la frivolidad de considerar únicamente lo físico.
Fuente: http://www.islamhouse.com/p/57403
El matrimonio ( en la legislación Islámica)
En nombre de Alah el Clemente el Misericordioso
Es el modo elegido por Dios para la humanidad para que se multiplique y conserve su especie hasta el fin del mundo, y constituya la vía natural para unir dos vidas que se aman y se respetan.
El primer matrimonio fue el de Adán y Eva. Dios creó esta primera pareja y la adaptó para que pudiera vivir y engendrar, y fue a partir de su descendencia como empezó el casamiento y la multiplicación de la especie humana.
Dios hizo que la unión del hombre y la mujer, una unión noble y sagrada por la cual se complementan y se cuidan mutuamente, por eso, el Islam aconseja a los musulmanes casarse ya que por el matrimonio se benefician ambos contrayentes además de satisfacerse mutuamente el instinto natural y sosegarse el alma en su lucha interior, apartando a la pareja del camino ilícito.
Dice Dios en su Sagrado Libro:
¡Oh humanos!, ciertamente os creamos de un hombre y de una mujer y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus para que os conozcáis. Por cierto que, el más honrado de vosotros ante Dios es el más timorato; porque, Dios es sapientísimo y está bien enterado. (Sura 49, versículo 13)
También dijo:
¡Oh humanos! Temed a vuestro Señor que os creó de un sólo ser, del cual creó a su esposa y, de ambos hizo descender a innumerables hombres y mujeres. Temed a Dios, en nombre del cual os interrogáis y no rompáis los vínculos consanguíneos. Ciertamente, Dios es vuestro veedor. (Sura 4, versículo 1)
El enlace matrimonial es una unión sagrada en la que Dios ha impuesto ciertas condiciones para perfeccionar y honrar la descendencia.
Dice Dios en el Sagrado Corán:
Por cierto que, honramos a los hijos de Adán y les condujimos por la tierra y por el mar. (sura 17, versículo 70)
El sistema establecido en el Islam para el matrimonio, ha sido revelado por Dios; El conoce mejor que nadie la naturaleza y las exigencias de la humanidad.
El matrimonio en el Islam es considerado como tranquilidad para el alma y sosiego para la mente. El Islam exhorta mediante el matrimonio a que el hombre y la mujer puedan vivir juntos en una atmósfera de amor, misericordia, armonía, cooperación, consejo mutuo y tolerancia, estableciendo las bases para la construcción de una familia musulmana dentro de un ámbito legítimo.
El Sagrado Corán ha descrito, de la forma más elocuente, esta eterna relación natural entre el hombre y la mujer, la cual está repleta de tranquilidad, seguridad, amor, comprensión y compasión:
{Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia...} [30:21]
El matrimonio es una unión entre dos seres, en el sentido más profundo. Allah une estas dos almas para que puedan disfrutar con tranquilidad y estabilidad la vida conyugal llena de amor sincero y misericordia.
En el Islam, la mujer creyente y virtuosa, es considerada una de las alegrías de esta vida, y una gran bendición para el hombre, porque cuando regresa al hogar ella contribuye para que se relaje después de haber enfrentado los avatares de la vida, y encuentra en ella una paz incomparable, consuelo y placer. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: "Este mundo es un placer transitorio, y el mayor placer que existe en él, es una mujer virtuosa”. Transmitido por Muslim
Extraído de www.nurelislam.com
Es el modo elegido por Dios para la humanidad para que se multiplique y conserve su especie hasta el fin del mundo, y constituya la vía natural para unir dos vidas que se aman y se respetan.
El primer matrimonio fue el de Adán y Eva. Dios creó esta primera pareja y la adaptó para que pudiera vivir y engendrar, y fue a partir de su descendencia como empezó el casamiento y la multiplicación de la especie humana.
Dios hizo que la unión del hombre y la mujer, una unión noble y sagrada por la cual se complementan y se cuidan mutuamente, por eso, el Islam aconseja a los musulmanes casarse ya que por el matrimonio se benefician ambos contrayentes además de satisfacerse mutuamente el instinto natural y sosegarse el alma en su lucha interior, apartando a la pareja del camino ilícito.
Dice Dios en su Sagrado Libro:
¡Oh humanos!, ciertamente os creamos de un hombre y de una mujer y hemos hecho de vosotros pueblos y tribus para que os conozcáis. Por cierto que, el más honrado de vosotros ante Dios es el más timorato; porque, Dios es sapientísimo y está bien enterado. (Sura 49, versículo 13)
También dijo:
¡Oh humanos! Temed a vuestro Señor que os creó de un sólo ser, del cual creó a su esposa y, de ambos hizo descender a innumerables hombres y mujeres. Temed a Dios, en nombre del cual os interrogáis y no rompáis los vínculos consanguíneos. Ciertamente, Dios es vuestro veedor. (Sura 4, versículo 1)
El enlace matrimonial es una unión sagrada en la que Dios ha impuesto ciertas condiciones para perfeccionar y honrar la descendencia.
Dice Dios en el Sagrado Corán:
Por cierto que, honramos a los hijos de Adán y les condujimos por la tierra y por el mar. (sura 17, versículo 70)
El sistema establecido en el Islam para el matrimonio, ha sido revelado por Dios; El conoce mejor que nadie la naturaleza y las exigencias de la humanidad.
El matrimonio en el Islam es considerado como tranquilidad para el alma y sosiego para la mente. El Islam exhorta mediante el matrimonio a que el hombre y la mujer puedan vivir juntos en una atmósfera de amor, misericordia, armonía, cooperación, consejo mutuo y tolerancia, estableciendo las bases para la construcción de una familia musulmana dentro de un ámbito legítimo.
El Sagrado Corán ha descrito, de la forma más elocuente, esta eterna relación natural entre el hombre y la mujer, la cual está repleta de tranquilidad, seguridad, amor, comprensión y compasión:
{Y entre Sus signos está haberos creado esposas de entre vosotros para que encontréis en ellas sosiego, y puso entre vosotros amor y misericordia...} [30:21]
El matrimonio es una unión entre dos seres, en el sentido más profundo. Allah une estas dos almas para que puedan disfrutar con tranquilidad y estabilidad la vida conyugal llena de amor sincero y misericordia.
En el Islam, la mujer creyente y virtuosa, es considerada una de las alegrías de esta vida, y una gran bendición para el hombre, porque cuando regresa al hogar ella contribuye para que se relaje después de haber enfrentado los avatares de la vida, y encuentra en ella una paz incomparable, consuelo y placer. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: "Este mundo es un placer transitorio, y el mayor placer que existe en él, es una mujer virtuosa”. Transmitido por Muslim
Extraído de www.nurelislam.com
La Creencia de la Unidad en todos los Mensajes de los Profetas ( que la paz de Alah sea con todos ellos).
En nombre de Alah el Clemente el Misericordioso
Si miramos en todas las historias de los Profetas aleihum wa salam reveladas en el Sagrado Coran y todo lo que les aconteció con sus pueblos, encontaremos que todos los Profetas aleihum wa salam, han traído el mismo mensaje, la misma predicación. La invitación a la Unidad de Allah, a la adoración de Allah Único sin asociarle nada ni nadie junto a Él, evitar la idolatría.
Aunque hayan seguido diferentes legislaciones, caminos o maneras, el mensaje era el mismo. El llamamiento a la Unicidad y la advertencia sobre la mala, errónea e imperdonable practica de la idolatría y los caminos que llevan y apartan de ella.
Es la primera advertencia que Allah reveló. Lo que les pasó a los Profetas aleihum wa salam y sus pueblos.
Dijo Allah, informando de lo que mandó a todos los Profetas aleihum wa salam :
''Antes de ti no mandamos a ningún enviado que no le reveláramos: ''¡No hay más dios que Yo! ¡Servidme, pues!'' Coran 21: aleya 25.
''Mandamos a cada comunidad un enviado: ''Servid a Dios y evitad los taguts*'' A algunos de ellos les dirigió Dios, mientras que otros merecieron extraviarse. ¡Id por la tierra y ved cómo terminaron los desmentidores! Coran 16: aleya 36
*taguts: Todo lo que es adorado fuera de Allah y/o aleja de Él. (Demonios, ídolos, magos, adivinos....)
Y también dijo Allah en el Sagrado Coran:
''Hace descender a los ángeles con el espíritu que procede de Su orden sobre quien Él quiere de sus siervos: ''¡Advertid que no hay otro dios que Yo! ¡Temedme pues!'' Coran 16: aleya 2.
Narró Abú Dharr haber dicho: “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Cuántos son los Mensajeros?” Me respondió: “Un poco más de trescientos veinte, son muy numerosos”.
Y en la narración de Abi Umamah, dijo Abú Dharr: dije: “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Cuál es el número de los Profetas?”. Respondió: “Ciento veinticuatro mil, y los Mensajeros de ellos fueron un poco más de trescientos veinte, fueron muy numerosos.” (Registrado por Ahmad en su Musnad. El Sheij Al Albani corroboró en dicho libro, que es una cadena correcta de narraciones.)
Enviamos a Mensajeros que ya te hemos mencionado anteriormente y a otros que no te hemos mencionado.” (4:164)
y dice también: “Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes que ti; de algunos de ellos te hemos relatado –su historia-, y de otros no.” (40:78)
En todos los Profetas aleihum wa salam el mensaje principal era la Unicidad de Allah. Lo primero y más importante de sus predicaciones era el llamamiento a la Unicidad de Allah por medio de la adoración y el culto exclusivo a Allah. Ser piadosos y obedecerle.
Allah lo mencionó en general (de todos los Profetas aleihum wa salam ) y especificó sobre algunos en particular:
Noé aleihi wa salam : Coran 7: aleya 59
Hud aleihi wa salam : Coran 7: aleya 65
Saleh aleihi wa salam : Coran 7: aleya 73
Shuaib aleihi wa salam : Coran 7: aleya 85
Ibrahim aleihi wa salam : Coran 29: aleya 16
Erradicar la idolatría y defender y proteger la creencia de la Unicidad era el primer fundamento de las predicaciones de todos los Profetas aleihum wa salam; desde Noé aleihi wa salam hasta Muhammad salla Allah aleihi wa salam.
A pesar de que el Mensaje principal de los Profetas aleihum wa salam era la Unicidad de Allah, esto no quiere decir que los Profetas aleihum wa salam no dieran la importancia merecida a todos los demás aspectos de la religión. No dejaban de amonestar sobre las acciones reprobables y tampoco dejaban de recordar todas las obras buenas y de importancia que debían hacer.
Los Profetas aleihum wa salam han venido con el mensaje de una legislación y un sistema para que las naciones las sigan y para guiar a sus pueblos y mejorar todos los asuntos mundanales. Todos los Profetas aleihum wa salam ordenaron hacer el bien, la corrección de los actos de adoración y mundanales y, también han ordenado la justicia y la equidad.
Han prohibido y advertido del mal y sus consecuencias. De las consecuencias de la corrupción, de la opresión, de la injusticia... pero la virtud más grande de sus mensajes es la Unidad de Dios, el temor a Él -Alabado sea- y el peligro de la asociación, politeísmo, idolatría...
Esto es lo más importante que mandó Allah a sus enviados aleihum wa salam . Así que, cualquier predicación que no se basa sobre esta base primordial y primigenia, en cualquier lugar y en cualquier momento será incompleta y fracasará.
Extraído del Libro: Aquidat Ahl-al Sunnah wal Yama'ah
Si miramos en todas las historias de los Profetas aleihum wa salam reveladas en el Sagrado Coran y todo lo que les aconteció con sus pueblos, encontaremos que todos los Profetas aleihum wa salam, han traído el mismo mensaje, la misma predicación. La invitación a la Unidad de Allah, a la adoración de Allah Único sin asociarle nada ni nadie junto a Él, evitar la idolatría.
Aunque hayan seguido diferentes legislaciones, caminos o maneras, el mensaje era el mismo. El llamamiento a la Unicidad y la advertencia sobre la mala, errónea e imperdonable practica de la idolatría y los caminos que llevan y apartan de ella.
Es la primera advertencia que Allah reveló. Lo que les pasó a los Profetas aleihum wa salam y sus pueblos.
Dijo Allah, informando de lo que mandó a todos los Profetas aleihum wa salam :
''Antes de ti no mandamos a ningún enviado que no le reveláramos: ''¡No hay más dios que Yo! ¡Servidme, pues!'' Coran 21: aleya 25.
''Mandamos a cada comunidad un enviado: ''Servid a Dios y evitad los taguts*'' A algunos de ellos les dirigió Dios, mientras que otros merecieron extraviarse. ¡Id por la tierra y ved cómo terminaron los desmentidores! Coran 16: aleya 36
*taguts: Todo lo que es adorado fuera de Allah y/o aleja de Él. (Demonios, ídolos, magos, adivinos....)
Y también dijo Allah en el Sagrado Coran:
''Hace descender a los ángeles con el espíritu que procede de Su orden sobre quien Él quiere de sus siervos: ''¡Advertid que no hay otro dios que Yo! ¡Temedme pues!'' Coran 16: aleya 2.
Narró Abú Dharr haber dicho: “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Cuántos son los Mensajeros?” Me respondió: “Un poco más de trescientos veinte, son muy numerosos”.
Y en la narración de Abi Umamah, dijo Abú Dharr: dije: “¡Oh, Mensajero de Allah! ¿Cuál es el número de los Profetas?”. Respondió: “Ciento veinticuatro mil, y los Mensajeros de ellos fueron un poco más de trescientos veinte, fueron muy numerosos.” (Registrado por Ahmad en su Musnad. El Sheij Al Albani corroboró en dicho libro, que es una cadena correcta de narraciones.)
Enviamos a Mensajeros que ya te hemos mencionado anteriormente y a otros que no te hemos mencionado.” (4:164)
y dice también: “Por cierto que enviamos otros Mensajeros antes que ti; de algunos de ellos te hemos relatado –su historia-, y de otros no.” (40:78)
En todos los Profetas aleihum wa salam el mensaje principal era la Unicidad de Allah. Lo primero y más importante de sus predicaciones era el llamamiento a la Unicidad de Allah por medio de la adoración y el culto exclusivo a Allah. Ser piadosos y obedecerle.
Allah lo mencionó en general (de todos los Profetas aleihum wa salam ) y especificó sobre algunos en particular:
Noé aleihi wa salam : Coran 7: aleya 59
Hud aleihi wa salam : Coran 7: aleya 65
Saleh aleihi wa salam : Coran 7: aleya 73
Shuaib aleihi wa salam : Coran 7: aleya 85
Ibrahim aleihi wa salam : Coran 29: aleya 16
Erradicar la idolatría y defender y proteger la creencia de la Unicidad era el primer fundamento de las predicaciones de todos los Profetas aleihum wa salam; desde Noé aleihi wa salam hasta Muhammad salla Allah aleihi wa salam.
A pesar de que el Mensaje principal de los Profetas aleihum wa salam era la Unicidad de Allah, esto no quiere decir que los Profetas aleihum wa salam no dieran la importancia merecida a todos los demás aspectos de la religión. No dejaban de amonestar sobre las acciones reprobables y tampoco dejaban de recordar todas las obras buenas y de importancia que debían hacer.
Los Profetas aleihum wa salam han venido con el mensaje de una legislación y un sistema para que las naciones las sigan y para guiar a sus pueblos y mejorar todos los asuntos mundanales. Todos los Profetas aleihum wa salam ordenaron hacer el bien, la corrección de los actos de adoración y mundanales y, también han ordenado la justicia y la equidad.
Han prohibido y advertido del mal y sus consecuencias. De las consecuencias de la corrupción, de la opresión, de la injusticia... pero la virtud más grande de sus mensajes es la Unidad de Dios, el temor a Él -Alabado sea- y el peligro de la asociación, politeísmo, idolatría...
Esto es lo más importante que mandó Allah a sus enviados aleihum wa salam . Así que, cualquier predicación que no se basa sobre esta base primordial y primigenia, en cualquier lugar y en cualquier momento será incompleta y fracasará.
Extraído del Libro: Aquidat Ahl-al Sunnah wal Yama'ah
viernes, 24 de abril de 2009
La importancia de seguir la Sunnah
En nombre de Alah el Clemente el Misericordioso
Lic. Muhammad isa García
de www.islamhouse.com
Primera Jutba
“¡Oh, creyentes! Temed a Allah como es debido y no muráis sino sometidos a Él”.
(3:102)
“En verdad se os ha presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras adversidades, se preocupa y desea que alcancéis el bien [e ingreséis al Paraíso)
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Teman a Allah como debe ser temido. Allah, Altísimo sea, prescribió dos testimonios de fe. Como base de la creencia. Adorar a Allah significa seguir sus órdenes. Creer en la profecía de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) significa seguir sus enseñanzas y aplicarlas en nuestra vida. Allah dijo:
“¡Oh, creyentes! Creed en Aláh, en Su Mensajero, en el Libro que fue revelado a Su Mensajero y en el Libro que fue revelado anteriormente. Quien no crea en Aláh, en Sus ángeles, en Sus Libros, en Sus Mensajeros y en el Día del Juicio, se habrá desviado profundamente”. (4:136)
Allah envió a Su Siervo con el mensaje general, para todos los seres humanos, de todas las etnias, nacionalidades e idiomas.
“Di: hombres, es cierto que yo soy para vosotros Mensajero de Allah”. (7:158)
Fue el sello de los profetas y mensajeros, no habrá otro Profeta después de él, ni legislaciones divinas después de la legislación que a él le fuera revelada.
“Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el Mensajero de Allah y el sello de los Profetas”. (33:40)
Quien crea en él y su mensaje, manifestando que Allah es Uno, habrá abrazado el Islam y merecido el Paraíso por la misericordia de Allah, salvándose de la eternidad del fuego.
¡Siervos de Allah! Es imprescindible después de creer en Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), seguir sus enseñanzas, obedecer sus órdenes y alejarse de lo que él prohibió. Obedecer al Profeta es obedecer a Allah, y desobedecer al Profeta es desobedecer a Allah.
“Diles: Obedeced a Allah y obedeced a Su Mensajero. Si se rehúsan, [sepan que] el Mensajero sólo rendirá cuentas por lo que se le ha encomendado y que ellos deberán hacerlo por lo que se les ha ordenado, pero si le obedecen [al Mensajero] se encaminarán. Y por cierto que Nuestro Mensajero sólo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad.”. (24: 54)
“Y lo que os da el Mensajero tomadlo, pero lo que os prohíba, dejadlo y temed a Allah, es cierto que Allah es fuerte en el castigo”. (59:7)
“Aquellos que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Allah [y rechacen su Mensaje] estén precavidos, no sea que les sobrevenga una desgracia o les azote un severo castigo”. (24:63)
El Imam Ahmad dijo que la desgracia mencionada en la aleya es caer en la idolatría, lo que lo conducirá al desvío y a la pérdida de su monoteísmo. La creencia en el Profeta tiene como resultado amarlo al punto que él sea más amado para nosotros que nuestra familia, nuestros hijos, nuestros padres y que toda la gente en general. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ninguno de ustedes ha de completar su fe hasta que yo le sea más amado que su familia, su riqueza y toda la gente”. Este amor al Profeta no es una simple palabra que uno repite, sino es una realidad del creyente, no que diga 'yo amo al Profeta Muhammad' es veraz en su palabra, sino deberá pasar por una prueba y un examen. Quien ama de verdad al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cumple sus órdenes y se aparta de lo que él prohibió. El signo del amor al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es la práctica de sus enseñanzas y el alejamiento de lo que nos advirtió. .
Los compañeros del Profeta eran de los mejores en el cumplimiento de sus órdenes, meditemos entonces sobre sus actitudes hacia la Sunnah.
Cuando Allah reveló a su Profeta el cambio de la Qibla (la orientación de Palestina hacia la Kaaba), la gente seguía orientándose hacia Palestina, no sabían del cambio hasta que un hombre vino a ellos y les dijo, entonces cambiaron, cumpliendo de esa forma la orden del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Los compañeros del Profeta reprochaban a quienes no cumplían con la Sunnah del Profeta, como prueba de su amor por la Sunnah. Abdullah ibn Omar Ibn Al-Jattab (que Allah se complazca con él) dijo que escuchó al Profeta decir: “Si una mujer pide permiso a su marido para ir a rezar a la mezquita, éste deberá darle permiso y no se lo puede negar”. Entonces el hijo de Omar dijo: “Juro por Allah, que yo se lo prohibía terminantemente (a mi esposa)”. Abdullah lo recriminó severamente y le dijo: “yo hablo de lo que escuché del Profeta y tú dices que a pesar de eso se lo vas a prohibir”.
Un compañero del Profeta llevaba un anillo de oro en su dedo cuando lo vio el Profeta, lo tomó de su mano, lo tiró y dijo: “Algunos de ustedes toman una braza del fuego y se lo ponen como adorno en su mano”. Luego de que el Profeta se hubo ido, los compañeros le dijeron al hombre: “toma tu anillo (para beneficiarte de él, por ejemplo vendiéndolo)”, pero éste se rehusó a tomarlo después de haber escuchado la advertencia del Profeta.
Estas son algunas de las historias de los compañeros del Profeta, que Allah esté complacido con todos ellos, que indican la sinceridad de su amor al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pues el amor al Profeta no es una mera palabra, sino el cumplimiento de su orden. ¡Siervos de Allah! Allah puso a prueba a quienes manifestaron amar a Allah:
“Un verdadero creyente o a una verdadera creyente no deben, cuando Allah y Su Mensajero hayan dictaminado un asunto, actuar en forma contraria; y sabed que quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero se habrá desviado evidentemente”. (33: 36)
Porque las órdenes de Allah y su Profeta es una obligación seguirlas, no una opción. El musulmán respeta esta regla y por eso siempre buscará resolver sus conflictos usando como juez al Libro de Allah y la tradición de su Profeta. Allah dice:
“si tenéis un conflicto remitidlo al juicio de Allah y del Mensajero, si es que creéis en Allah y en el Día del Juicio, porque es lo preferible y el camino correcto”. (4: 59)
Hermanos y hermanas, los sabios del Islam han enseñado en todas las épocas que no puede aceptarse ni seguirse los dichos que contradigan los dichos del Profeta, porque no puede darse prioridad a las palabras de otro ser humano sobre las palabras del Profeta Muhammad.
¡Hermanos en el Islam!
Los judíos rechazaban a sus profetas , y los cristianos exageraron demasiado, de tal forma que se desviaron de la senda y la doctrina de Allah, al adorar a su profeta en vez de adorar a Allah Altísimo, y por eso nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) temió que nosotros los musulmanes caigamos en el mismo error, y por eso nos dijo: “No me elogien exageradamente, como los cristianos elogiaron a Jesús, hijo de María, yo sólo soy un servidor de Allah, así que descríbanme con un servidor de Allah y su Mensajero”. También dijo: “Cuídense de la exageración, esa fue la causa por la que perecieron las naciones anteriores”. Por eso nos advirtió de tomar su tumba como lugar de fiesta y encuentro, dijo: “no transformen sus casas en tumbas ni hagan de mi tumba un lugar de fiesta y encuentro, sino que recen por mi, ya que a mi me llegan sus rezos desde cualquier lugar que se encuentren”. En los últimos días de su vida, instantes antes de morir dijo: “Allah maldijo a quienes hayan tomado las tumbas de sus profetas como lugares de rezos y oración, los exhorto para que no tomen las tumbas o los cementerios como mezquitas y lugares de oración”.
Alguna gente habla del amor por el Profeta, pero cuando analizamos sus dichos y hechos, encontraremos todo distinto de la tradición del Profeta. El buen musulmán esta vinculado permanentemente en todas sus situaciones con el Profeta, cuando hace la ablución, en su oración, en su ayuno, en la peregrinación, en el Zakat, todas sus relaciones y actos conducidos por la tradición del Profeta de acuerdo a la ley islámica. Hay otra gente que dice amar al Profeta, pero este amor se manifiesta solo una noche, cuando leen algunos de sus dichos. Los que realmente amaban al Profeta, fueron sus virtuosos compañeros. Amaban al Profeta y daban su vida por él. Ellos nunca festejaron el natalicio porque sabían que no era de la tradición profética.
Conocían la fecha del nacimiento del Profeta, el año y la noche, sin embargo no lo tomaron como festejo, pero sí ayunaron el día lunes, porque el Profeta dijo que él nació un día lunes y el día que le fue revelado el Corán, entonces ayunaron cumpliendo y siguiendo la Sunnah solamente. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no lo enseñó jamás, y ellos no lo festejaron no por ignorancia, sino para cumplir con la Sunnah. Así deben ser los musulmanes, rechazar las innovaciones, por más buenas que aparenten ser. El creyente sigue lo que dice el Libro de Allah y la tradición del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). No será aceptado lo que no está hecho con sinceridad y no está basado en el Corán y la tradición del Profeta.
Segunda Jutbah
¡Hermanos! Temed a Allah como es debido. Los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) lo amaron con sinceridad. De sus recónditos corazones. Relató Aisha (que Allah se complazca con ella) que un compañero vino a verlo y le dijo: “Oh, mensajero de Allah, mi amor por ti es el más grande de todo el mundo y cuando me acuerdo de ti vengo a verte, pero cuando pienso que yo muero y tu también, y que tu lugar en el Paraíso será en los más altos lugares, ¿Cómo podré verte? Esta es mi preocupación”. El Mensajero contestó recitándole una Aleya del Corán:
“Quienes obedezcan a Allah y al Mensajero estarán con quienes Allah ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio de su fe y los justos. ¡Qué excelentes compañeros!”. (4:69)
Un compañero de nombre Rabiah Al-Aslami dijo: “Le acerqué al Profeta el agua para su ablución y el Profeta me dijo: “pídeme Rabiah, lo que quieras de mi”, y contesté: “Oh Mensajero de Allah, pido estar junto a ti en el Paraíso”. El Profeta le repitió tres veces la pregunta y el compañero repitió su respuesta, entonces el Profeta le dijo: “Ayúdame entonces, rezando mucho y practicando tus acciones con sinceridad”.
Hermanos y hermanas, hemos hablado de la Sunnah, y nos vamos a mencionar dos ejemplos de la Sunnah, uno para los hermanos y otro para las hermanas, para que podamos ir poniendo en práctica nuestro amor por el Profeta, y estos dos ejemplos nos ayudarán a construir nuestra identidad como musulmanes aquí en Occidente.
Dijo el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en un Hadiz auténtico: “Dejen crecer su barba, pero recorten el bigote”. En este Hadiz el Profeta dice en un verbo imperativo que es obligación para los hombres musulmanes dejarse crecer la barba, y recortarse el bigote. Hermanos pongamos en práctica esta orden, para de la misma manera que las mujeres musulmanas son identificadas como musulmanas por su Hiyab, y que no son mujeres para tomar en broma ni hacerles propuestas indecentes, porque son religiosas, usen ustedes también la barba hasta que se haga un reconocimiento social de que los hombres musulmanes usan barba, y así no sean tentados por las sediciones.
En cuanto a las hermanas, dijo el Profeta Muhammad en un Hadiz auténtico: “Allah ha de maldecir a la mujer que depile sus cejas y a la que la depile, a la que se haga un tatuaje, y a la que le haga el tatuaje”.
Hermanas, pongan en práctica estas enseñanzas como muestra de su religión y de su amor por el profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Oh Allah bendice a tu Profeta Muhammad. Allah danos vida con amor por él, y concédenos morir siguiendo su guía y religión. Oh Allah concédenos la fortaleza para seguir su Sunnah, y regálanos su intercesión el día del Juicio, y concédenos estar junto a él con quienes Allah ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio de su fe y los justos.
Oh Allah bendice al Islam y los musulmanes. Une nuestros corazones y concédenos unidad como nación y comunidad.
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Lic. Muhammad isa García
de www.islamhouse.com
Primera Jutba
“¡Oh, creyentes! Temed a Allah como es debido y no muráis sino sometidos a Él”.
(3:102)
“En verdad se os ha presentado un Mensajero de entre vosotros que se apena por vuestras adversidades, se preocupa y desea que alcancéis el bien [e ingreséis al Paraíso)
¡Hermanos y hermanas en el Islam! Teman a Allah como debe ser temido. Allah, Altísimo sea, prescribió dos testimonios de fe. Como base de la creencia. Adorar a Allah significa seguir sus órdenes. Creer en la profecía de Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) significa seguir sus enseñanzas y aplicarlas en nuestra vida. Allah dijo:
“¡Oh, creyentes! Creed en Aláh, en Su Mensajero, en el Libro que fue revelado a Su Mensajero y en el Libro que fue revelado anteriormente. Quien no crea en Aláh, en Sus ángeles, en Sus Libros, en Sus Mensajeros y en el Día del Juicio, se habrá desviado profundamente”. (4:136)
Allah envió a Su Siervo con el mensaje general, para todos los seres humanos, de todas las etnias, nacionalidades e idiomas.
“Di: hombres, es cierto que yo soy para vosotros Mensajero de Allah”. (7:158)
Fue el sello de los profetas y mensajeros, no habrá otro Profeta después de él, ni legislaciones divinas después de la legislación que a él le fuera revelada.
“Muhammad no es el padre de ninguno de vuestros hombres, sino que es el Mensajero de Allah y el sello de los Profetas”. (33:40)
Quien crea en él y su mensaje, manifestando que Allah es Uno, habrá abrazado el Islam y merecido el Paraíso por la misericordia de Allah, salvándose de la eternidad del fuego.
¡Siervos de Allah! Es imprescindible después de creer en Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él), seguir sus enseñanzas, obedecer sus órdenes y alejarse de lo que él prohibió. Obedecer al Profeta es obedecer a Allah, y desobedecer al Profeta es desobedecer a Allah.
“Diles: Obedeced a Allah y obedeced a Su Mensajero. Si se rehúsan, [sepan que] el Mensajero sólo rendirá cuentas por lo que se le ha encomendado y que ellos deberán hacerlo por lo que se les ha ordenado, pero si le obedecen [al Mensajero] se encaminarán. Y por cierto que Nuestro Mensajero sólo tiene la obligación de transmitir [el Mensaje] con claridad.”. (24: 54)
“Y lo que os da el Mensajero tomadlo, pero lo que os prohíba, dejadlo y temed a Allah, es cierto que Allah es fuerte en el castigo”. (59:7)
“Aquellos que desobedezcan las órdenes del Mensajero de Allah [y rechacen su Mensaje] estén precavidos, no sea que les sobrevenga una desgracia o les azote un severo castigo”. (24:63)
El Imam Ahmad dijo que la desgracia mencionada en la aleya es caer en la idolatría, lo que lo conducirá al desvío y a la pérdida de su monoteísmo. La creencia en el Profeta tiene como resultado amarlo al punto que él sea más amado para nosotros que nuestra familia, nuestros hijos, nuestros padres y que toda la gente en general. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “Ninguno de ustedes ha de completar su fe hasta que yo le sea más amado que su familia, su riqueza y toda la gente”. Este amor al Profeta no es una simple palabra que uno repite, sino es una realidad del creyente, no que diga 'yo amo al Profeta Muhammad' es veraz en su palabra, sino deberá pasar por una prueba y un examen. Quien ama de verdad al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) cumple sus órdenes y se aparta de lo que él prohibió. El signo del amor al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) es la práctica de sus enseñanzas y el alejamiento de lo que nos advirtió. .
Los compañeros del Profeta eran de los mejores en el cumplimiento de sus órdenes, meditemos entonces sobre sus actitudes hacia la Sunnah.
Cuando Allah reveló a su Profeta el cambio de la Qibla (la orientación de Palestina hacia la Kaaba), la gente seguía orientándose hacia Palestina, no sabían del cambio hasta que un hombre vino a ellos y les dijo, entonces cambiaron, cumpliendo de esa forma la orden del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Los compañeros del Profeta reprochaban a quienes no cumplían con la Sunnah del Profeta, como prueba de su amor por la Sunnah. Abdullah ibn Omar Ibn Al-Jattab (que Allah se complazca con él) dijo que escuchó al Profeta decir: “Si una mujer pide permiso a su marido para ir a rezar a la mezquita, éste deberá darle permiso y no se lo puede negar”. Entonces el hijo de Omar dijo: “Juro por Allah, que yo se lo prohibía terminantemente (a mi esposa)”. Abdullah lo recriminó severamente y le dijo: “yo hablo de lo que escuché del Profeta y tú dices que a pesar de eso se lo vas a prohibir”.
Un compañero del Profeta llevaba un anillo de oro en su dedo cuando lo vio el Profeta, lo tomó de su mano, lo tiró y dijo: “Algunos de ustedes toman una braza del fuego y se lo ponen como adorno en su mano”. Luego de que el Profeta se hubo ido, los compañeros le dijeron al hombre: “toma tu anillo (para beneficiarte de él, por ejemplo vendiéndolo)”, pero éste se rehusó a tomarlo después de haber escuchado la advertencia del Profeta.
Estas son algunas de las historias de los compañeros del Profeta, que Allah esté complacido con todos ellos, que indican la sinceridad de su amor al Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) pues el amor al Profeta no es una mera palabra, sino el cumplimiento de su orden. ¡Siervos de Allah! Allah puso a prueba a quienes manifestaron amar a Allah:
“Un verdadero creyente o a una verdadera creyente no deben, cuando Allah y Su Mensajero hayan dictaminado un asunto, actuar en forma contraria; y sabed que quien desobedezca a Allah y a Su Mensajero se habrá desviado evidentemente”. (33: 36)
Porque las órdenes de Allah y su Profeta es una obligación seguirlas, no una opción. El musulmán respeta esta regla y por eso siempre buscará resolver sus conflictos usando como juez al Libro de Allah y la tradición de su Profeta. Allah dice:
“si tenéis un conflicto remitidlo al juicio de Allah y del Mensajero, si es que creéis en Allah y en el Día del Juicio, porque es lo preferible y el camino correcto”. (4: 59)
Hermanos y hermanas, los sabios del Islam han enseñado en todas las épocas que no puede aceptarse ni seguirse los dichos que contradigan los dichos del Profeta, porque no puede darse prioridad a las palabras de otro ser humano sobre las palabras del Profeta Muhammad.
¡Hermanos en el Islam!
Los judíos rechazaban a sus profetas , y los cristianos exageraron demasiado, de tal forma que se desviaron de la senda y la doctrina de Allah, al adorar a su profeta en vez de adorar a Allah Altísimo, y por eso nuestro Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) temió que nosotros los musulmanes caigamos en el mismo error, y por eso nos dijo: “No me elogien exageradamente, como los cristianos elogiaron a Jesús, hijo de María, yo sólo soy un servidor de Allah, así que descríbanme con un servidor de Allah y su Mensajero”. También dijo: “Cuídense de la exageración, esa fue la causa por la que perecieron las naciones anteriores”. Por eso nos advirtió de tomar su tumba como lugar de fiesta y encuentro, dijo: “no transformen sus casas en tumbas ni hagan de mi tumba un lugar de fiesta y encuentro, sino que recen por mi, ya que a mi me llegan sus rezos desde cualquier lugar que se encuentren”. En los últimos días de su vida, instantes antes de morir dijo: “Allah maldijo a quienes hayan tomado las tumbas de sus profetas como lugares de rezos y oración, los exhorto para que no tomen las tumbas o los cementerios como mezquitas y lugares de oración”.
Alguna gente habla del amor por el Profeta, pero cuando analizamos sus dichos y hechos, encontraremos todo distinto de la tradición del Profeta. El buen musulmán esta vinculado permanentemente en todas sus situaciones con el Profeta, cuando hace la ablución, en su oración, en su ayuno, en la peregrinación, en el Zakat, todas sus relaciones y actos conducidos por la tradición del Profeta de acuerdo a la ley islámica. Hay otra gente que dice amar al Profeta, pero este amor se manifiesta solo una noche, cuando leen algunos de sus dichos. Los que realmente amaban al Profeta, fueron sus virtuosos compañeros. Amaban al Profeta y daban su vida por él. Ellos nunca festejaron el natalicio porque sabían que no era de la tradición profética.
Conocían la fecha del nacimiento del Profeta, el año y la noche, sin embargo no lo tomaron como festejo, pero sí ayunaron el día lunes, porque el Profeta dijo que él nació un día lunes y el día que le fue revelado el Corán, entonces ayunaron cumpliendo y siguiendo la Sunnah solamente. El Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) no lo enseñó jamás, y ellos no lo festejaron no por ignorancia, sino para cumplir con la Sunnah. Así deben ser los musulmanes, rechazar las innovaciones, por más buenas que aparenten ser. El creyente sigue lo que dice el Libro de Allah y la tradición del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él). No será aceptado lo que no está hecho con sinceridad y no está basado en el Corán y la tradición del Profeta.
Segunda Jutbah
¡Hermanos! Temed a Allah como es debido. Los compañeros del Profeta (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) lo amaron con sinceridad. De sus recónditos corazones. Relató Aisha (que Allah se complazca con ella) que un compañero vino a verlo y le dijo: “Oh, mensajero de Allah, mi amor por ti es el más grande de todo el mundo y cuando me acuerdo de ti vengo a verte, pero cuando pienso que yo muero y tu también, y que tu lugar en el Paraíso será en los más altos lugares, ¿Cómo podré verte? Esta es mi preocupación”. El Mensajero contestó recitándole una Aleya del Corán:
“Quienes obedezcan a Allah y al Mensajero estarán con quienes Allah ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio de su fe y los justos. ¡Qué excelentes compañeros!”. (4:69)
Un compañero de nombre Rabiah Al-Aslami dijo: “Le acerqué al Profeta el agua para su ablución y el Profeta me dijo: “pídeme Rabiah, lo que quieras de mi”, y contesté: “Oh Mensajero de Allah, pido estar junto a ti en el Paraíso”. El Profeta le repitió tres veces la pregunta y el compañero repitió su respuesta, entonces el Profeta le dijo: “Ayúdame entonces, rezando mucho y practicando tus acciones con sinceridad”.
Hermanos y hermanas, hemos hablado de la Sunnah, y nos vamos a mencionar dos ejemplos de la Sunnah, uno para los hermanos y otro para las hermanas, para que podamos ir poniendo en práctica nuestro amor por el Profeta, y estos dos ejemplos nos ayudarán a construir nuestra identidad como musulmanes aquí en Occidente.
Dijo el Profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) en un Hadiz auténtico: “Dejen crecer su barba, pero recorten el bigote”. En este Hadiz el Profeta dice en un verbo imperativo que es obligación para los hombres musulmanes dejarse crecer la barba, y recortarse el bigote. Hermanos pongamos en práctica esta orden, para de la misma manera que las mujeres musulmanas son identificadas como musulmanas por su Hiyab, y que no son mujeres para tomar en broma ni hacerles propuestas indecentes, porque son religiosas, usen ustedes también la barba hasta que se haga un reconocimiento social de que los hombres musulmanes usan barba, y así no sean tentados por las sediciones.
En cuanto a las hermanas, dijo el Profeta Muhammad en un Hadiz auténtico: “Allah ha de maldecir a la mujer que depile sus cejas y a la que la depile, a la que se haga un tatuaje, y a la que le haga el tatuaje”.
Hermanas, pongan en práctica estas enseñanzas como muestra de su religión y de su amor por el profeta Muhammad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él).
Oh Allah bendice a tu Profeta Muhammad. Allah danos vida con amor por él, y concédenos morir siguiendo su guía y religión. Oh Allah concédenos la fortaleza para seguir su Sunnah, y regálanos su intercesión el día del Juicio, y concédenos estar junto a él con quienes Allah ha agraciado: los Profetas, los veraces, los que murieron dando testimonio de su fe y los justos.
Oh Allah bendice al Islam y los musulmanes. Une nuestros corazones y concédenos unidad como nación y comunidad.
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martes, 7 de abril de 2009
Las Trampas de Iblis (El Diablo)
En nombre de Alah, El Clemente, El Misericordioso
Las Trampas de Iblis (El Diablo)
de At‑Tafseer Al‑Qayyim por Shaikh lbn Al‑Qayyim (La revista Al‑Hijra) (www.nurelislam.com)
Es imposible tratar completamente con una sola de los males de Iblees, y menos todas. Los males de Iblees son de tres tipos, Iblees persigue al hijo de Adán hasta que haga una o mas de estos seis males.
El primer mal es la de Kufir o Shirk y el de odiar a Allah y Su Mensajero sallallaahu alayhí wa sallam. Sí logra esto del hijo de Adán, su llanto se reduce, y descansa del sufrir que le causaba tal hombre. Es mas, esto es lo primero que quiere Iblees del que adora a Allah (al‑Abd). Si Iblees logra esto, hace a una persona mas parte de su ejercito, se hace uno de sus soldados, y lo manda como uno de sus agentes en contra de otros seres humanos. Entonces esta persona se hace uno de los diputados o los que llaman a Iblees.
Si se desespera de poder seducirlo con el primer mal, y si es esta persona es una de los que fue escrito que iba a hacer Muslim en la matriz de su madre, entonces Iblees intenta con el segundo tipo de mal o maldad. Y este es el Bid'ah (Innovación). Iblees ama a el Bid'ah mas que el libertinaje y desobediencia porque el mal del Bid'ah es en la esencia de la Religión. Es mas es un pecado por el que uno no se puede arrepentir y es en contra del llamado de los mensajeros y es un llamado diferente al que nos dio el Ar‑Rasool. Bid'ah es una puerta a Kufr o Shirk. Entonces, si Iblees logra que una persona haga Bid'ah haciéndolo uno de sus agentes de Bid'ah, también logra hacerlo uno de sus agentes y uno de los que hace su llamado.
Si Iblees fracasa y no logra atrapar a Al‑'Abd en esta clase, y si es uno de los que Allah le dio el regalo del As-Sunnah y el odio por la gente de Bid'ah y del error, entonces intenta Iblees con el tercer tipo de mal, la cual es el de los pecados grandes en sus distintas variaciones.
Iblees es muy ansioso de ayudar a una persona a caer en los pecados grandes, especialmente si es un sabio que la gente sigue. Iblees desea esto porque quiere alejar a la gente de tal persona y quiere la propagación de su pecado y su desobediencia entre la gente.
El usa algunas gentes como sus agentes para enterar a la gente de el pecado de tal persona y la gente que habla el pecado creen que esto los ayudara a acercarse a Allah. Pero estas gentes son bs diputados de Iblees sin saberlo. Para los que les gusta propagar la abominación entre los creyentes hay una gran castigo en esta vida y la de el Mas Allá especialmente si toman este cargo de propagar pecados, no por consejo, si no por obedecer a Iblees y por ser su agente. Todo esto es para repelar a la gente de el Sabio y sus beneficios.
Es mas los pecados de esta persona (el sabio), aun que lleguen al cielo, son menos para Allah que los pecados de los que les gusta dar a conocer los pecados. Los pecados del sabio son un mal que se hace a el mismo. Si el busca el perdón de Allah y se arrepiente, Allah le cambiar sus malas obras a buenas obras. Pero, el pecado de los que dan a conocer los pecados le hacen un mal a los creyentes por buscar sus errores con la intención de propagarlas. Allah esta viendo de cerca, y El conoce su emboscada. Nada que se esconde en el pecho o alma esta escondido de Allah.
Si Iblees no puede agarrar a Al‑'Abd con esto entonces procede con el cuarto tipo, o pecados menores. Estos pecados pueden arruinar una persona si se acumulan. Por esto Ar‑Rasool sallallaahu alayhí wa sallam dijo, 'Tengamos cuidado con los pecados menores, porque la parábola de los pecados menores es como unas gentes que fueron al desierto..."Luego el Ar‑Rasool sallallaahu alayhí wa sallam menciono un Hadeeth el significado del cual es que cada uno trajo un palo de madera hasta que habían hecho una gran fogata (así igual los pecados menores se van acumulando hasta que se hacen una gran pecado.) La persona considera el asunto de los pecados menores con tranquilidad hasta el punto que los considera sin consecuencia. Entonces, una persona que comete pecados grandes pero teme su consecuencia esta en una mejor condición que el.
Si Al‑'Abd no ha dejado que Iblees lo atrape en este nivel, entonces procede con el quinto nivel.
El quinto nivel es ocuparlo con lo permitido que no le da recompensa o castigo. Sin embargo, el castigo en este nivel es causado por la recompensa que dejo dejar pasar por estar ocupado con estas obras. Si Al‑'Abd no ha dejado que Iblees tenga éxito en este nivel,
y se cuida con su tiempo, siendo codicioso con el, sabiendo el valor de momentos, y sabe el valor de lo que viene de la comodidad o dolor, Iblees lo transfiere al sexto nivel. El sexto tipo es ocuparlo con obras de menos recompensa para alegarlo de la virtud y prevenirlo de obtener la recompensa de la obra favorecida.
Entonces, lo ordena a hacer una buena obra con menos recompensa si esto incluye hacer a un lado una obra mejor. Muy poca gente sabe de esto. Porque si una persona siente un fuerte deseo de hacer algún tipo de obediencia, no duda que es verdadera obediencia y que se esta
acercando a Allah. Nunca cree que este llamado viene de Iblees porque cree que Iblees nunca llama a hacer el bien. Entonces cree que este llamado es de Allah. La verdad es que tiene excusa porque el nunca supo que Iblees lo llamara a setenta puertas de buenas obras o para acercarlo a una puerta del mal o para dejar que una obra mejor de estas setenta obras lo dejara pasar sin hacerla.
Esto no se puede saber mas que con la luz de Allah, un luz que pone en el corazón del Al-Abd. La fuente de este tipo de conocimiento es seguir el camino de Ar‑Rasool sallallaahu alayhí wa sallam y el cuidar el nivel de obras para Allah, fijarse cuales fueron las obras de Sus
favorecidos, Cuales son las obras que mas plazcan a Allah, y los que sean de beneficio para Al‑'Abd, y las obras que tiene mas Nasseehah (el ser guiado) por Allah, Su Rasool, Su Libro, Sus adoradores creyentes. Nadie üene este conocimiento mas que los que heredan a Ar‑Rasool sallallaahu alayhí wa sallam , los diputados en el Ummah, y descendencia en la tierra. Lo que es aparte es que la mayoría de la creación no les deja saber esto. Este llamado no viene a su corazón. Allah le da Su favor al que El quiera entre Sus adoradores.
Si Al‑Ábd no deja que Iblees lo atrape en cualquiera de estos seis niveles, y si es difícil para Iblees, entonces el manda su partido de Jinn y seres humanos con diferentes tipos de daño, difamándolo como incrédulo, diciéndole que es mal guiado y un Innovador, advirtiendo la gente contra el, con la intención de debilitarlo y perturbar su corazón. Iblees, con estos métodos trata de confundir el pensamiento de tal persona y tratar de hacer que la gente no beneficie de el. Entonces Iblees hace su mayor esfuerzo para darles poder a los defensores de la falsedad, entre los seres humanos y Jinn, contra esta persona. Entonces el creyente esta en guerra hasta la muerte. Cuando quiera que se de por vencido acaba lastimado o cautivo. Entonces el creyente esta en Jihad hasta que se encuentre con Allah,
Finalmente, espero que tomen nota de este capitulo y piensen en su beneficio. Es mas hagan de este conocimiento su balanza para medir a la gente y las obras. Esto muestra realidades universales y el nivel de la gente. Allah es al que le busco ayuda.----------------
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